Respecto a la preocupación por evitar que se haga público el contenido de los famosos informes, creo que la preocupación de los ciudadanos que pagan impuestos con los que se sufragan los sueldos de los espiados es otra. Se habla de informes sobre los presuntos patrimonios acumulados por José Montilla, Anna Hernández, Carod-Rovira, Felip Puig y sus hermanos, y un largo etcétera; también han aparecido informaciones sobre la familia Pujol, políticos del ámbito municipal y otros ámbitos. Vamos, que Pasqual Maragall se quedó corto con lo del 3%. La otra preocupación es si cuando la policía tenga la información completa la investigará y lo pondrá en conocimiento de la Fiscalía. Es muy fácil: una vez comprobada su veracidad, basta con valorar los patrimonios y contrastarlos con los sueldos obtenidos en unos años de ejercicio de responsabilidades públicas o en la dirección de partidos políticos.

Los delitos, presuntos por supuesto, deben ser investigados de oficio, no a instancia de parte.

Per Alfonso Victoria / Sants

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