Estimado, o no, Pablo,

Apunta estos cuatro conceptos en tu diario personal para que no se te olviden: emociones, miedos, esperanzas y prejuicios. Son los cuatro ingredientes necesarios para ser un buen demagogo. Por ejemplo, lee atentamente en el caso de que quieras ampliar tu catálogo: “Los catalanes pretenden romper España (miedo) porque el separatismo es nacionalista y excluyente (prejuicio). Pero el voto esperanzador del PP (esperanza) es un voto alegre (emoción) ya que contiene en sí la política más honesta (chiste)”.

Como ves, he añadido el quinto concepto de chiste porque, al final, la demagogia es eso, un chiste malo que ya no hace gracia de tanto usarlo.

“El único partido que ha estado defendiendo siempre los intereses de los catalanes es el Partido Popular”. Analicemos la frase porque hay dos palabras que entran de lleno en el campo de la propaganda demagógica (valga la redundancia): único y siempre. Te ha faltado utilizar también las dos muletillas necesarias en toda pelea entre parejas: todo y nada. Y es que el argumento favorito en los conflictos sentimentales sería: “Yo soy el único que siempre hace todo y tú nunca haces nada”. ¿Te ha gustado, pillín? Ya sé que es una frase fácilmente refutable porque es más que probable que el otro miembro de la pareja algo haya hecho para que la relación funcione bien.

Enamorarse de una piedra, carente de movilidad, razón y sentimientos no resulta algo muy habitual. Y no te digo ya en el plano sexual. Enamorarse de la Constitución ya es otra cosa. El plano sexual de la Constitución prefiero no tocarlo, a no ser que el famoso tribunal de lo catalán decida realizar una reunión de tuppersex y ponga algunos productos en oferta.

Y yo me pregunto, cuando recogisteis firmas contra el Estatut de Catalunya, ¿también defendisteis los intereses de los catalanes? ¿Y cuando lo recurristeis ante el Tribunal Constitucional? ¿Y el no al pacto fiscal? ¿Defendisteis los intereses de los catalanes cuando llevasteis ante el equipo filial (léase TC) la ley de pobreza energética? Los palos entre las ruedas a la ley de igualdad, ¿también responden a ese amor a los catalanes? Que el corredor mediterráneo tenga que pasar por el centro de España, ¿prueba tu afirmación? Los nulos esfuerzos en reducir el déficit fiscal, ¿también son un reflejo de vuestra defensa? ¿Y las inversiones de ADIF en cercanías? ¿Y el boicot sistemático a toda acción exterior del gobierno catalán? ¿Y la lengua catalana? ¿”Les hemos destrozado el sistema sanitario” contiene elementos románticos que no sé ver? Pruebas de amor, supongo.

Todo. Nada. Siempre. Nunca. Emociones. Miedos. Esperanzas. Prejuicios. Intentad hacer un discurso sin estas palabras prohibidas. Olvidaros del Ice Bucket Challenge y del Reto de la botella. El gran desafío del Partido Popular es construir un relato sin que aparezcan estos vocablos. ¿Seréis capaces? Yo siempre pienso que, en vuestro caso, todo se reduce a no hacer nunca nada.

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