El otro dia estaba leyendo este periódico y me fijé en un artículo de David Rabadà sobre el TDAH y creo que hay según qué temas que se tendrían que tocar con más sensibilidad y contrastar la información.

Yo estoy diagnosticado hace 2 años de TDAH y estoy de acuerdo que hoy en día hay un sobrediagnóstico de este trastorno, por así decirlo. Se ha producido un boom dado que hoy en día tenemos gran cantidad de información y a la mínima se cataloga a cualquier niño de hiperactivo.

Pero realmente ninguna persona por mucho que se informe nunca sabrá los obstáculos que tenemos las personas con este trastorno. Las personas como yo, con un buen diagnóstico e infinidad de pruebas de todo tipo desde la infancia hasta la actualidad, creo que merecemos que se deje claro que esto existe, que no es ningún invento como muchas veces se quiere hacer creer.

Puede ser que los fármacos que utilizamos, en mi caso el Metilfenidato, sea polémico por ser un derivado anfetamínico, pero hoy en día es el único fármaco que tenemos disponible y funciona. ¿Y tiene efectos secundarios? Claro que los tiene, pero también los tienen muchos otros medicamentos y nunca le diríamos a un enfermo de cáncer que busque métodos naturales en vez de optar por la quimioterapia.

El Metilfenidato y la Atomoxetina junto con el apoyo pedagogo y unas ciertas rutinas son indispensables para un niño con TDAH. Pueden marcar la diferencia entre el fracaso escolar y una vida desastrosa y caótica a una vida mejor y con un mínimo de formación académica. No es un resfriado ni una gripe, hablamos de algo tan importante como estar en igualdad de condiciones en esta sociedad tan competitiva que tenemos.

por Marc González

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