Sí. Bueno, tenemos que hablar.
-Home, ja era hora. Me n’alegro.
-Te alegras si yo quiero que te alegres. Alégrate.
-Me n’alegro.
-Bien. Voy a hablar yo.
-Bueno, jo també tinc coses a dir.
-Tú no tienes nada, a ver si te enteras. Para no tener, ya casi no tienes ni autonomía. Aquí mando yo y se habla cuando y de lo que yo quiero. Así que compórtate si no quieres que me lo repiense.
-No comencem bé, doncs.
-Todo lo contrario, empezamos muy bien.
-Eso lo dices tú.
-Eso lo dicen Màrius y Enrich. Suficiente.
-Pues vaya.
-Pues vaya gol, sí. Otro más. Dime, ¿cuándo te iría bien que nos viéramos?
-Caram, què gentil, puc escollir la data i tot?
-Por supuesto, que no sea dicho que el Estado no quiere dialogar.
-Demà mateix, si et va bé.
-Demà mateix qué quiere decir.
-Mañana mismo.
-Mañana no puedo. Tengo que recurrirte un par de leyes.
-Pues vaya. El viernes.
-Imposible. Te juzgo a Forcadell.
-És veritat. ¿La setmana que ve?
-El lunes me reúno con tu oposición y el martes juega el Madrid.
-Ah coi. Dimecres?
-Por la mañana tengo que afinar fiscales y por la tarde editoriales.
-Doncs… No ho sé. Dijous?
-Tengo una reunión con Pérez de los Cobos para hablar de un tema.
-Divendres suposo que també…
-Hay Consejo de Ministros y Montoro anunciará la aprovación de unos impuestos que os suprimimos.
-Doncs ens n’anem a l’altra setmana o si no ja passat festes.
-El 12 de enero tengo un hueco.
-D’acord, per mi cap problema. Fem el 12, doncs.
-No, digo un hueco en el titular de portada de El Mundo.
-¿En El Mundo? ¿Qué vais a filtrar esta vez?
-Ni idea. Ya van por libre. Plena confianza. Solo nos han confirmado el día en que saldrá.
-Així no hi ha manera, tu…
-Oye, si llego a saber que no queríais dialogar no vengo. Con esta actitud, mal vamos.
-Escolta, mira, fem-ho el dia que us vagi bé a vosaltres i ja està. Serà més fàcil.
-Como quieras. Déjame ver… ¿qué tal el 21?
-Bien. Creo que bien.
-Hecho, pues. Ya lo tenemos. Pero un momento, que te veo demasiado predispuesto. ¿De qué supones que vamos a dialogar, exactamente?
-Bueno, ¿en principio sois vosotros los que habéis empezado la Operación Diálogo esta, no? Dímelo tú, a ver.
-Queremos dialogar largamente sobre la Constitución.
-Sobre com reformar-la?
-Sobre cómo debéis comérosla.
-Oye, pues deixem-ho estar. Porque nosotros queríamos hablar básicamente del referéndum, así que…
-¿De qué?
-Del referèndum.
-Refenedu.
-Lo de votar en Catalunya.
-¡Ah! ¡Ni hablar! ¿Ves? ¿Ves como no es puede ofrecer diálogo ni nada? És que a la mínima ya pam.
-Bueno, también queremos hablar de muchas más cosas. La llista és llarga, us la vam passar fa temps.
-Nada, nada. Se acabó. Si incluye lo de votar, se acabó. Con estas exigencias no podemos reunirnos, lo siento.
-Per “exigència” entens una votació acordada?
-Por “exigencia” entiendo todo lo que sea alejarnos de la época de la Transición.
-Déu n’hi do.
-Y ahora, si me disculpas, tendría que irme. Seguro que ahí fuera me espera una nube de periodistas que no se los deseo ni a mi peor enemigo.
-Uf, periodistes, quina mandra. Segur que voldran esgarrapar-te algun titular. I què els diràs?
-¿Que qué les diré? ¿Qué voy a decirles? ¡Pues que estamos abiertos al diálogo, por Dios!

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