Escribía con humor Jardiel Poncela que “el que no se atreve a ser inteligente, se hace político”.

La sociedad española esta sufriendo un excesivo castigo por la baja calidad e inoperancia de muchos de nuestros políticos, solo hay que hacer un repaso a los currículums de nuestros principales dirigentes. Nos quedaremos sorprendidos, ya que muchos de ellos con unos escasos estudios básicos están en la élite de la política.

España necesita urgentemente renovar su clase política, son muchos los años que estamos viendo las mismas caras, los mismos discursos, es hora de cambio. Hoy, el dinamismo de nuestra sociedad con las nuevas tecnologías esta dejando atrás patrones de política que han quedado obsoletos. Ya no vale tener carisma o hacer mitins más o menos multitudinarios. Hoy se demanda preparación, información, credibilidad, honradez, compromiso social, etc. Nuestra juventud (el futuro de nuestro país), está excesivamente alejada de la política actual, no le interesa, cuestiona constantemente al político por utilizar la política como arma de enriquecimiento rápido, lo ve como responsable de todos los males que les acechan, por su ambición de ser y estar, más que de gobernar.

Ello no quiere decir que estén dando la espalda a su compromiso político como ciudadanos, no. Solo basta mirar con que fuerza están emergiendo partidos con nuevos mensajes de hacer política, capitaneados por jóvenes con preparación universitaria que no política, jóvenes con elevada calificación universitaria, muchos de ellos competentes en sus trabajos. Tienen preparación, mucha preparación, emiten mensajes que el pueblo necesitaba sentir de sus políticos, denuncias que se daban por hecho y situaciones de privilegio innegables a ojos de todos. Todo ello pondrá en difícil tesitura a viejos partidos y viejas formas de hacer política arraigadas en nuestro país.

Después de tantos años, demasiados (parece inminente la ruptura del bipartidismo), de alternanza política, parece llega la hora de nuevas formas, más creíbles, más justas, más sociales, menos dirigidas a los poderes fácticos. Que nadie se lleve a engaño, puede fracasar este primer intento, pero se va a seguir intentando, una y otra vez. Es cuestión de tiempo, la vieja forma de hacer política ha quedado caduca, no conecta con los nuevos tiempos.

P.D: En honor a la verdad, muchos de nuestros políticos han sido y son personas honradas con un único objetivo, servir a su pueblo, mereciendo todos mis respetos.

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