Estos días se celebran dos años de las elecciones municipales, unos comicios en los que, como bien sabrás, la candidatura que yo encabezaba consiguió ganar en 30 de los 34 barrios de la ciudad. Más de 30.500 votos avalaron nuestra gestión por parte de los vecinos, que valoraron el trabajo que se había realizado durante los peores años de la crisis económica. Los resultados fueron claros: doblamos en votos al partido que quedó en segundo lugar. Solo un pacto de perdedores, con el necesario respaldo del PSC, regaló la alcaldía a la CUP.

Desde el primer momento avisé de que ese era el peor gobierno que Badalona podía tener. Una amalgama de partidos más pendientes de sus propios intereses que de los problemas reales de los vecinos. Desgraciadamente, el tiempo me ha dado la razón. Durante estos dos años hemos podido ver en numerosas ocasiones cómo los dirigentes municipales han priorizado asistir a actos partidistas en vez de estar en la calle escuchando a los vecinos. Además, unos actos que siempre han tenido el mismo objetivo político: pedir la independencia de Catalunya.

Y mientras algunos pierden el tiempo en fantasías independentistas, son muchísimos los vecinos que me paran para transmitirme la gran preocupación que tienen por la degradación que cada vez es más evidente en sus barrios. Desde Llefià a la Salut, pasando por Lloreda, Nova Lloreda, Bufalà, Sant Roc, Artigues, la Morera o Pomar entre muchos otros. Estoy convencido de que has podido comprobar que desde hace meses las calles están más sucias que nunca, la mayoría de parques infantiles están en unas condiciones lamentables y, lo que es peor, los incívicos campan a sus anchas. Y esto me preocupa muchísimo.

El Ayuntamiento debe velar por hacer más fácil y mejor la vida de sus vecinos. Por eso, no concibo de ninguna manera esta dejadez de funciones que tienen los actuales dirigentes. Está claro que la limpieza y la seguridad no son las prioridades del gobierno de la CUP, pero el problema de esta ineficacia a la hora de gobernar es que las consecuencias las pagamos todos. Porque desde el despacho se ve todo muy fácil y parece que en la ciudad no existan problemas, pero los hay, y muchos. Pero claro, para conocerlos y poner remedio hay que salir a la calle y querer arreglarlos.

La reducción del número de policías en las calles, así como la permisividad con los que no se comportan, está provocando que, nuevamente, problemas que habíamos casi eliminado vuelvan a estar muy presentes en vuestro día a día. Es muy desolador ver cómo todo el esfuerzo que hicimos durante cuatro años para dignificar todos los barrios de Badalona ya se haya echado a perder y, en algunas zonas de la ciudad, la situación es ya insostenible. Porque es realmente triste pasear por algunas calles y tener que sortear la suciedad que se acumula en las aceras. Y ya no triste, sino que es realmente peligroso llegar a casa y tener que pasar por determinadas zonas.

Y todo esto tiene un gran responsable, que no es otro que el PSC. Espero que en algún momento se den cuenta de que no pueden seguir dando apoyo y permitiendo que la CUP siga al frente del Ayuntamiento. Llevamos dos años perdidos, nuestros barrios están cada vez más abandonados y la inseguridad está creciendo de forma alarmante en toda la ciudad. Me pregunto qué más tiene que pasar para poner punto y final a la etapa más gris y más ineficaz de Badalona. Yo voy a seguir trabajando intensamente por vuestro bienestar y tenéis mi compromiso de que haré todo lo posible para que recuperéis la calidad de vida que estáis perdiendo.

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