El gobierno del Partido Popular de Albiol llega a septiembre con los deberes sin hacer y le toca repetir curso. También se fue de vacaciones con los deberes sin hacer y vuelve a incorporarse, según parece, con la idea de permanecer paralizado durante los próximos meses.

Creo que no es demasiado osado decir que este gobierno está en fallida técnica.

En casi todos los ayuntamientos de nuestro entorno, y en el resto de administraciones públicas, empiezan a trabajarse los presupuestos para desarrollar en el próximo año 2022, mientras que en el Ayuntamiento de Badalona, a día de hoy, aún no han presentado ni un borrador de lo que deberían ser los presupuestos del año 2021, pese a haberlos anunciado en multitud de ocasiones.

No podemos obviar que los presupuestos son la carta de presentación para saber hacia dónde van dirigidas las políticas de un gobierno, y eso me hace pensar que tal vez sea por este motivo que el alcalde de Badalona no quiere presentar sus presupuestos: porque no quiere que sepamos que, aunque dice no ser de derechas, sus políticas representan el ala más dura de la derecha del Partido Popular.

Pero ojalá los únicos deberes sin hacer del gobierno hubieran sido estos presupuestos: la realidad es más cruel aún. No existe una propuesta de ordenanzas fiscales, las ayudas aprobadas en pleno para las empresas, pequeño comercio y restauración de nuestra ciudad han sido otorgadas en un porcentaje mínimo, por no decir irrisorio.

¿Y qué ocurre en cuanto al área de vivienda? Albiol anunció a bombo y platillo un convenio con la Sareb en el cual se comprometía a adquirir más de 250 pisos en régimen de alquiler social, ya que es una de las necesidades más grandes de nuestra ciudad y es vital facilitar de forma urgente el acceso a la vivienda.

Pero, dejando de lado el plano económico, la falta de operatividad de este gobierno queda latente en ámbitos tan importantes para nuestra ciudad, y de los cuales Albiol durante años hizo bandera, como son la limpieza y la seguridad.

Badalona tiene vigente un contrato de recogida selectiva obsoleto y que no responde a los modelos de consumo actuales, motivo por el que de forma habitual podemos ver los contenedores de nuestra ciudad desbordados y las calles sucias. Y es que, mientras la ciudadanía de Badalona sufre las consecuencias de esta situación, la respuesta del alcalde a las demandas de nuestro partido para redactar un nuevo contrato de recogida selectiva, que se adapte realmente a estas necesidades, es que el servicio que se ofrece a la ciudad es bueno, exceptuando algunas zonas donde residen, según sus propias palabras, “asilvestrados”.

Esto me hace llegar a dos conclusiones: o bien nuestro alcalde pasea menos por las calles de Badalona de lo que dice, o no tiene reparos en mentir descaradamente.

En cuanto a la seguridad, hace más de seis meses que deberían haberse incorporado al cuerpo de la Guardia Urbana 19 nuevos agentes que a día de hoy seguimos esperando. Será que nuestro alcalde considera que Badalona no es insegura y la incorporación de estos agentes no es una prioridad. Eso sí, podemos ver circular la furgoneta de la Unidad Omega por el paseo marítimo de forma habitual, mientras en Llefià o Sant Roc arden contenedores y coches de forma habitual sin que se encuentre a los culpables.

Me preocupa realmente la situación en que se encuentra la ciudad, pero me preocupa más aún la falta de interés del gobierno por asumir esta realidad y ponerse a trabajar para solventarla. Sin embargo, el alcalde parece más preocupado por pasearse por la ciudad cual ídolo de masas, transmitiendo su simpatía y buen humor, que por solucionar los problemas reales que acucian a Badalona.

Desde nuestro grupo municipal, En Comú Podem, hemos tendido la mano y exigido un trabajo conjunto entre el gobierno en minoría del Partido Popular de Albiol y el resto de grupos de la oposición, pues es la única forma de sacar a Badalona del agujero donde se encuentra.

Badalona necesita una alternativa real, una alternativa que no cierre los ojos y que se ponga al lado de nuestros vecinos y vecinas y trabaje asumiendo realidades, solo así Badalona podrá mirar hacia el futuro con ilusión.

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