Compré un vuelo antes del confinamiento que Vueling tuvo que suspender. Me ofrecieron el reembolso del vuelo, y lo acepté. Han pasado más de seis meses y descubro que Vueling me ha vuelto a cargar el importe en mi tarjeta de crédito en lugar de realizar la devolución, es decir, me han cobrado dos veces un vuelo inexistente. He llamado a todos sus teléfonos y enviado mails a atención al cliente. Las llamadas nunca llegan a alguien a quien exponer el asunto y los mails, que hace unas semanas sí respondían, pero ahora te rebotan una respuesta automática que dice que no se hallan disponibles. Es imposible realizar la reclamación ante un vuelo nunca realizado, con promesa de reembolso y ahora vuelto a cobrar. La agencia del consumo me dice que va a tardar meses en realizar la queja y yo viendo mi cuenta en números rojos totalmente impotente. Esto es una tomadura de pelo que ni el mayor de los calvos entiende ante unas redes que van llenas de ello. Mientras, el Gobierno, a sabiendas de todo esto, no mueve ficha.

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