En la sociedad del siglo XXI nos vanagloriamos de la supuesta igualdad entre mujeres y varones, pero en la Iglesia tal paridad todavía ni se supone. Argumentan los devotos que si Cristo escogió a doce discípulos sin mujeres en su sino es que rehusó a las hembras en su causa, por ello dos mil años más tarde las mozas siguen apartadas del seminario y a su vez del papado.

La verdad es que quienes argumentan tal razón, Ratzinger incluido, no tienen en cuenta el contexto histórico en que el rabí Jesús predicó su ideología y el que luego escribió su historia.

De hecho, no pudo ser trascrito de otra forma tras su muerte, el mundo romano y judío era machista, aunque quizás no Jesús. Si éste predicó la igualdad de derechos entre los humanos, hombres o mujeres, y tuvo discípulas femeninas, María Magdalena entre otras, no se comprende que sus descendientes apartaran a la mujer de la Iglesia Católica.

Así pues, ¿qué ocurre con la ley sálica vaticana? ¿Acaso dos mil años de historia no han bastado para evolucionar? ¿Tanto les cuesta imaginar a una mujer Papa? ¿Una Mama? Y en tal caso ¿De qué tienen miedo los cardenales ante una hembra? ¿A perder su celibato? Parece obvio que de Papa a Mama hay para toda una eternidad.

Per David Rabadà / Professor

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