Queridos lectores,

He estado pensando que todo tiene un motivo y por tanto hemos de tratar de ver el sentido de las cosas, situaciones y personas con las que nos encontramos en el camino.

Nada pasa por casualidad.

Creo firmemente en que todo tiene un propósito con la finalidad de aprender y conocer.

Y creo también en que nuestro paso por esta vida es de crecer como seres de luz que somos.

Las personas que conocemos y las que decidimos tener cerca, también tienen un sentido de ser y estar.

Siempre intento que la gente de la que me rodeo sea como aire fresco en mi vida.

Que sienta que el enriquecimiento es mutuo.

De hecho ese es el sentido de nuestra comunidad, de la que pertenecemos y a la que contribuimos para pertenecer.

Un claro ejemplo ha sido la admirable respuesta de los ciudadanos suecos ante los recientes desafortunados eventos.

Así como la unión hace la fuerza, también grandes corazones se mantienen la paz mutuamente.

Lo más bonito es descubrir y conocer personas que signifiquen algo para nosotros y nos hagan sentir en sintonía con lo que creamos de nosotros mismos.

Sí, somos una creación propia y diaria.

Pienso que el motivo de vivir no es encontrarnos sino crearnos a nosotros mismos.

Con el talento, las aptitudes, las aficiones, los gustos, los colores, los sabores e incluso las apariencias que son más afines a nuestro yo interior.

Somos una creación de nuestra voluntad.

Por tanto, todo y todos los que ayuden a sentirnos más cerca de lo que queremos ser, siempre serán una gran bocanada de aire fresco en nuestras vidas. Siempre.

Comparto que, aquello que más me atrae de la gente que conozco, es su grandeza interior.

Sin necesidad de aparentar ser superiores a los demás.

Lo que más admiro de las personas que brillan por sí solas sin abrir la boca, es su corazón y su nobleza.

Y eso es lo que me hace estar más cerca de lo que soy.

Ser tan pequeño que el impacto de solo estar, sea verdaderamente indescriptible.

No hay nada más bonito que la capacidad de hacer sentir a los demás especiales y únicos, como realmente somos.

La autenticidad, queridos míos, Es, no se adquiere.

Desde el momento en que somos fieles a nosotros mismos ante cualquier situación y persona y tomamos todo como un aprendizaje constante, es cuando realmente estamos sincronizados con nuestra luz.

Nada es en vano, y somos responsables de convertir absolutamente todo en beneficio para uno mismo.

Siempre desde el amor.

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